sábado, 8 de octubre de 2016

Manifiesto entrópico

¡Saludos, personitas con luz propia!

Hoy os traigo algo diferente, a parte del hecho de que por primera vez os estoy hablando de forma completamente directa, sin metáforas, oxímorons y demás figuras retóricas de por medio (o al menos sin buscarlas adrede).

Suena un redoble de tambores, así que voy a prescindir de la parafernalia lingüística que precede los grandes acontecimientos y a ofreceros mi propuesta: ponerle voz a mis poemas.

Esto es algo que llevo mucho tiempo queriendo hacer, pero a su vez me ha costado decidirme a llevarlo a cabo. Los poemas están hechos para sacarte la voz de dentro, y dejar un poema sin voz es como dejar un dibujo en el esbozo. Confío en ser capaz de proyectar no solo palabras, sino también ideas, sentimientos y emociones.

¿Aceptáis mi propuesta?