miércoles, 13 de julio de 2016

Que alguien pare el espectáculo

A veces me gustaría dejar de ser yo por unos instantes por el simple hecho de dejar de pensar en ti.


Pretendo ser fuerte, afrontar el presente como si tú no hubieras sucedido nunca, pero ¿cómo voy a hacerlo si cada vez que escucho tu voz me derrumbo?


Te odio, pero no más de lo que me odio a mí misma por no odiarte lo suficiente. Jugaste conmigo sobre un hilo en el que entrelazaste mentiras. Siendo equilibrista me creí tan intrépida, tan especial. Sin embargo, fui tan estúpida que no pude verlas.

En algún momento entre el “somos” y el “seremos” el hilo se rompió. Me sentí tan culpable que, aún después de la caída, ahuyentaba la existencia de esas mentiras creando las mías propias. Siempre he sido una tremenda ilusa, además de una arrogante. Hasta que me tropecé con una de ellas.

Pensarás que me dolió, pero te equivocarás. Simplemente era la excusa perfecta para convencerme de que nada había existido, porque era la apariencia de realidad la que me mataba por dentro.

Pese a todo, ¿por qué sigo anclada a tu recuerdo? Me siento como el mosquito más tonto de la manada del que habla esa canción de la Oreja de Van Gogh, esa cuyo título me corroe por su fría veracidad: “Deseos de cosas imposibles”. ¿Y qué es todo sino un deseo intermitentemente permanente de algo que no pudo ser?

Me dueles, pero supongo que así tiene que ser. Sólo espero que me eches de menos, que mi ausencia te marque tanto como la tuya me lo hace a mí. Sospecho que nunca seré tan fuerte como todas esas otras chicas que fueron antes que yo, pero al menos quiero sentir que no todo fue en vano.

Que alguien pare el espectáculo de una vez; empieza a ser difícil respirar y Queen ya no funciona.

 
 

2 comentarios:

  1. "Lo bueno de los años es que curan heridas" canta el gran Sabina. Capaz no es muy alentador eso de "años", pero es verdad que el tiempo ayuda a que las cosas no hagan tanto mal. La heridas se cierran y quedan cicatrices que ya no duelen. Confiá en vos, en tu fortaleza, en que vas a estar bien y en que van a venir cosas buenas. Seguro el dolor que ahora sentís va a ir amainando.

    Te mando un beso y un abrazo fuerte!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tienes razón; a veces no queda otra que dejárselo todo al tiempo. A la larga es compasivo, por mucho que se haga de rogar.

      Muchísimas gracias por pasarte por aquí.

      ¡Otro beso y un abrazo fuerte para ti!

      Eliminar